La formación de la emocionalidad es un núcleo fundamental en nuestro proyecto. Se sostiene en el desarrollo de la Inteligencia Emocional para el desarrollo de personas de bien: tolerantes, diversas, autónomas, felices, fraternas y responsables de su libertad.

La formación espiritual en nuestro proyecto educativo considera diversos medios y aproximaciones según la edad sicológica del niño y del joven. Los marcos fundamentales de esta formación son el respeto, la diversidad de credo de cada familia y el diálogo en la búsqueda de la verdad. En ningún caso el ingreso al colegio puede estar condicionado por los credos u opciones religiosas de las familias.

La formación académica del colegio está enmarcada dentro de la filosofía y la metodología Montessori. La visión del aprendizaje es constructivista, es decir, el conocimiento lo construye el estudiante a través de una variedad de experiencias y reflexiones que le permiten desarrollar la infinita diversidad de habilidades y destrezas.

En el contexto de nuestra visión humanista y cósmica, creemos profundamente en el valor del desarrollo y enseñanza de una serie de prácticas de servicio a la comunidad, que considera el desarrollo de una conciencia social del contexto país, continente y planeta. Queremos formar una vocación de servicio a través de actividades, reconocimiento y señales que vayan consolidando en toda la comunidad el servicio a los demás como un valor central de común-unidad.

La filosofía Montessori propone una educación holística e instala como área esencial de nuestro quehacer el desarrollo integral del cuerpo, su conocimiento, respeto y valoración. En este contexto, diseñamos e implementamos espacios de desarrollo físico para realizar actividades deportivas y de recreación. Ellas son uno de los objetivos centrales de nuestro quehacer educativo.

Desarrollar la conciencia ambiental en nuestros niños y jóvenes, responde a un tema central dentro de nuestra filosofía. El contacto con lo natural, la comprensión de que “somos parte de la tierra” y que “somos responsables de nuestro ecosistema” son principios valóricos que deben orientar el vivir e influir en las opciones de vida de quienes pertenecemos a una comunidad Montessori. Adherimos a la comprensión sistémica y suscribimos una mirada de interdependencia, entre los seres humanos, con la tierra y sus recursos y entre todos los seres vivos y no vivos que permiten un maravilloso y sensible balance para que sea posible la vida.